Se es de Madrid desde el primer día que pones un pie en sus calles y esto es lo que piensan los dueños de Madrí Madre, una taberna castiza homenaje a Madrid y los madrileños nacidos en cualquier sitio de España. Cuenta con un respaldo excepcional porque Madrí Madre está apadrinada por Martín Berasategui. Aprovechando el puente de mayo, que es la primera vez que lo paso en Madrid, fui a cenar. Me apetecía mucho porque en los meses de marzo y abril casi todas mis comidas han sido en restaurantes asiáticos. Cada vez me gustan más, pero tenía ganas de tasca española.
Decoración
El restaurante es bastante grande y ocupa un espacio con cristaleras a la calle con unas vistas muy agradables. Al entrar se encuentra una barra redonda grande alrededor de la que gira la sala. El suelo es de mármol beige y las paredes blancas y burdeos. Las mesas son de madera clara sin mantel, todo tipo rústico e informal, como una taberna vasca.
Cocina
Definen su propuesta culinaria como castiza muy de madre. La carta es variada y cuenta con diferentes platos para compartir, carnes y pescados. Las raciones de picoteo son grande y nos aconsejaron bien para no pedir demasiado. Nosotros pedimos para compartir patatas “muy bravas” con txistorra picante y mayonesa de limón.
A continuación pedimos el tiradito de salmón, de la carta de sugerencias del día, que nos gustó menos, y como plato fuerte carrilleras de cerdo, muy bien hechas.
De postre, una tarta de queso al horno muy rica que sirven acompañada de mermelada de frambuesa, que yo siempre suelo quitar.
El servicio es muy amable en Madrí Madre apadrinada por Martín Berasategui.
C/ Ferraz, 8 Teléfono 91 425 00 88 Mapa de situación.