Como sabéis, en Te Veo en Madrid suelo hablar de sitios que se quedan dentro de las fronteras de la ciudad, pero como se acerca Semana Santa voy a contaros cuál es una de mis excursiones favoritas en los alrededores de Madrid. Hoy os propongo una escapada a Patones de Arriba, un pueblo con rey.
Visita a Patones de Arriba
Presa del Atazar
Salimos con tiempo hacia Patones, así que decidimos pasar primero a echar un vistazo a la presa del Atazar, ¡qué sitio tan bonito! A los que no la conocéis, sólo contaros que es el mayor embalse de la Comunidad de Madrid y que fue construida en 1971. Mejor os muestro una foto para que veáis que merece la pena dar un paseo a su alrededor.
Patones
De ahí nos fuimos a Patones. El pueblo sorprende por su ubicación y la manera en que lo han conservado trasladando la vida cotidiana a Patones de Abajo. Hay que tener en cuenta que no se puede entrar al pueblo con el coche, y que si se llega próximo a la hora de la comida es posible que toque aparcar un poco lejos.
Nosotros llegamos justos a la hora del almuerzo y sin reserva, así que decidimos que lo primero era comer, y nada más entrar en el pueblo nos encontramos con El Mesón de Patones de Arriba. Decidimos sentarnos en una mesa al sol.
Mientras comíamos, repasamos un poco la peculiar historia de este pueblo que tuvo su propio rey:
el Rey de Patones
La Leyenda
Las leyendas hablan de una monarquía, para algunos de origen visigodo, que habría conseguido sobrevivir a la ocupación de la Península Ibérica por parte de los musulmanes. Las primeras referencias escritas a la institución son de finales del siglo XVII. Al parecer, una docena de familias residentes en esta localidad acataban la autoridad de un anciano al que daban el título de rey aunque en la práctica era más bien un juez de paz o un alcalde. El cargo era hereditario. Carlos III acabó con esta “dinastía” de Patones cuando se negaron a pagarle impuestos.
La leyenda cuenta que uno de los monarcas de Patones envió una carta a Felipe II y en el encabezamiento figuraba “Del Rey de Patones al Rey de España”
La comida
Nuestra comida consistió en migas con chorizo y uvas (quizá sabían demasiado a pimentón, pero a mí me resultó un sabor muy original), patatas revolconas y chuletitas de cordero a la brasa con patatas fritas. Se las pedimos hechas, pero estaban un punto quemadas.
Precio medio 20 euros.
Casi todas las casas de Patones son restaurantes
Cogolludo
Después dimos un paseo por el pueblo y, al terminar, cogimos el coche para adentrarnos en la provincia de Guadalajara que es preciosa. Llegamos hasta Cogolludo a tomar un café en la plaza y, aunque ahora el Palacio Ducal está en rehabilitación cubierto con una lona , merece la pena acercarse.
Si os quedáis en Madrid en Semana Santa es un plan estupendo para pasar uno de los días de fiesta.
Muy interesante la entrada, me han entrado muchas ganas de visitarlo y será la próxima excursión que haga cuando tenga un Domingo libre y con buen tiempo.
Un saludo
Muchas gracias Felix. Te encantará y hay unos sitios preciosos si te vas hacia la provincia de Guadalajara. Merece la pena madrugar un poco y ver más cosas
que lo pases muy bien
[…] de la Comunidad todo está abierto y en pleno funcionamiento. Tres lugares a tiro de piedra: Patones, Nuevo Baztan y Olmeda de las […]