La verdad es que no sé muy bien de qué escribir esta tarde de viernes en la que la gripe no me deja ni pensar. Después de una semana agotadora, este fin de semana del Veranillo de San Miguel, pensaba disfrutar de las estupendas terracitas madrileñas, pero este catarro no me deja ir a ningún sitio. Menos mal que ayer estuve cenando en una de las terrazas de Casa Mingo, una sidrería de toda la vida. Elegimos este restaurante porque vinieron dos amigas francesas a las que les habían hablado mucho de este típico restaurante y se quedaron encantadas.

Decoración

Esta sidrería asturiana, abierta hace casi ochenta años, está decorada de manera rústica, y cuenta con dos terrazas a pie de calle. El servicio es amable y el ambiente es completamente heterogéneo aunque, en general, bastante familiar. Ayer había muchas mesas de grandes pandillas tanto de señoras mayores como de jovencitas.

Cocina

La cocina es asturiana y por tanto abundan los productos típicos de esta tierra, pero lo tradicional es tomar pollo asado con ensalada, eso sí, acompañado con sidra traída directamente desde el Principado. Anoche además de pollo, tomamos tortilla de patatas, pero  no se puede decir que estuviera muy buena. De postre, pedimos tarta de sidra que estaba  excelente.

NO CIERRA

PRECIO MEDIO Casa Mingo entre 15 y 30 €

 – Lo mejor: el pollo y la sidra

– Lo peor: no admite tarjetas de crédito

Pº de La Florida; 34. Teléfono 915 47 79 18 Mapa de situación

Casa Mingo, una sidrería de toda la vida