Hace unos días me  llamó mi amiga María Antonia para decirme que había conocido un restaurante italiano estupendo al que tenía que llevarme, porque en cuanto empezó a  cenar pensó que tenía que hablar de él en mi  blog. Así que, como soy muy obediente, el viernes fui a cenar a Ouh Babbo, y tengo que darle la razón en todo lo que me había explicado. Este restaurante  napolitano es de una pareja encantadora, Trini y Bruno; él además es actor y canta muy bien, así que si vas a cenar y se lo pides se acerca a tu mesa e interpreta algo especial para ti y tus acompañantes.

El restaurante consta de dos plantas, las dos muy agradables, pero  si puedes reserva en la de arriba, que es más bonita. Está decorado en tonos rojos y negros y cuenta con un banco con el respaldo en blanco, que queda muy bien. Cuenta con un horno de leña instalado por especialistas napolitanos que permite cocer las pizzas en menos de un minuto.

En cuanto a la comida, una de sus especialidades es la pizza; elaboran la de estilo napolitano – no hay que olvidar que esta es la pizza original que luego ha ido evolucionando en otros puntos de Italia y en otros países del mundo-. Así que de primero tomamos para compartir una pizza Marinara, que sólo tenía tomate y ajo, deliciosa. De segundo, aunque la carta ofrecía unos platos estupendos de pasta con bogavante, verduras, etc.. nos ofrecieron unos  espaguetis  con trufa y huevo y no pudimos resistirnos. Pedimos unos con trufa blanca y otros con trufa negra, y estaban deliciosos, y yo, que  me encanta la pasta con trufa, disfruté muchísimo la cena. Además, la acompañamos con un vino siciliano, el de la casa, que estaba muy bueno.

Si te divierte  coincidir con caras conocidas, como Bruno es actor es fácil encontrarte con colegas suyos cenando en el restaurante. El viernes, por ejemplo, había una mesa con varias caras conocidas del mundo de la interpretación y la televisión.

No cierra ningún día.

Precio medio : 35 euros

– Lo mejor: el trato, es un restaurante absolutamente acogedor

– lo peor: tendré que volver porque la primera vez no encontré nada que decir aquí