Este año he inaugurado  la rentrée con una cena de amigas en La Bola. No se puede empezar mejor la vuelta al cole que con un cocido madrileño, ¿o no?

Esta taberna tiene su origen en un pequeño local frecuentado por estudiantes y obreros que en 1870 se transformó en restaurante por obra y gracia de la bisabuela de Mara Verdasco, nuestra  anfitriona.  Convertido más tarde en la Bola, en la actualidad es un sitio imprescindible donde comer si se quiere probar el auténtico cocido madrileño, elaborado de la misma manera desde hace más de un siglo.

Nuestra cena, muy divertida, fue una prueba más de la incongruencia  femenina en temas como el peso: gran parte de la conversación de la noche giró en torno a los tropecientos mil kilos que cada una habíamos engordado en verano, la depresión que nos  ocasionaba  que todo nos quedara estrecho y las dietas que estábamos empezando ya, todo mientras nos poníamos moradas de cocido y hacíamos barcos de pan en los callos a las diez de la noche.

Lo bueno  de reunirnos en los restaurantes de la familia Verdasco es que siempre nos organizan una clase donde aprendemos y lo pasamos genial. En el Café de Chinitas tuvimos una clase de flamenco, y en la Bola aprendimos cómo se prepara el mejor cocido madrileño.

Nuestra profe durante la clase

El restaurante, decorado al estilo del siglo XIX,  cuenta con tres comedores. Uno de ellos, el único que existía en un principio, se mantiene igual.  Los frisos de madera los pintó el pintor de las carrozas reales y el restaurante cuenta con un cuadro con los escudos de la Casa Real que les regaló este pintor. El central, donde cenamos, está decorado en madera y azulejos y el tercero no lo vi.

El servicio es muy profesional y encantador.

Aunque lo típico es el cocido, que ahora os explicaré cómo se hace por si queréis aprender, nosotras tomamos varios platos para probar. Como entrantes compartimos jamón y queso, boquerones en vinagre y gambas a la plancha. De segundo, también compartimos (no os asustéis) cocido y callos y, de postre, buñuelos de manzana con helado. Todo estaba muy rico, pero lo mejor es sin duda el cocido.  Los callos deliciosos, según mis amigas, porque confieso que yo es de las pocas cosas que no me animo a probar.

Cómo preparan el cocido

La Bola elabora  el cocido en pucheros individuales de barro hechos a mano.

Ingredientes: patatas, garbanzos, chorizo, tocino, carne de morcillo, gallina, hueso de jamón, repollo y fideos.

Elaboración: Se ponen los garbanzos a remojo la noche anterior.

En el  puchero de barro se ponen, por este orden, el morcillo, el jamón y la gallina. A continuación, los garbanzos, el tocino y el chorizo y se les añade agua. En La Bola lo dejan a fuego lento  de carbón de encina durante seis horas.  Una hora antes de terminar la cocción se añaden las patatas y la sal.

Se cuece el repollo y se rehoga con aceite y ajo y se ponen a cocer los fideos con un trozo de chorizo; éste le da a la sopa el característico color amarillo inconfundible de La Bola.

Los garbanzos se sirven acompañados de un plato de guindillas y cebolletas  y un cuenco con tomate frito.

Precio medio: 40 euros.

Cierra los domingos por la noche

Lo mejor:  el cocido, la solera del restaurante y el estupendo servicio

Lo peor: No encontré nada que no me gustara

C/ de la Bola, 5. teléfono 915 47 69 30 Mapa de situación

Así estaban los fogones mientras dábamos nuestra clase